La palabra clave global
en Python tiene un propósito muy particular; se utiliza para declarar que una variable dentro de una función es global. Simplemente dicho, significa que la variable puede ser utilizada tanto dentro como fuera de la función.
Supongamos que tienes una variable dentro de una función y la modificas. Python por defecto la tratará como una variable local, es decir, la variable solo existirá dentro del ámbito de esa función. Sin embargo, si deseas que ciertas modificaciones o cambios en esa variable también se apliquen fuera del ámbito de la función, debes usar la palabra clave global
.
Veamos un ejemplo simple:
x = 1
def prueba():
global x
x = 2
prueba()
print(x) # Esto imprimirá '2' en lugar de '1'
En este caso, hemos declarado x
como global dentro de la función prueba
. Esto significa que cuando cambiamos el valor de x
dentro de prueba
, también cambiamos el valor de x
en el ámbito global. Sin la declaración global, print(x)
habría impreso '1', el valor original de x
fuera de la función.
Aunque, usar variables globales puede ser útil en ciertos casos, también puede complicar el flujo y la comprensión del programa. Las buenas prácticas de programación a menudo aconsejan limitar el uso de variables globales. Esto se debe a que pueden resultar en cambios imprevistos en partes alejadas del programa, ya que pueden ser modificadas desde cualquier parte del código que tenga acceso a ellas.
Por lo tanto, aunque es útil entender cómo y cuándo usar la palabra clave global
en Python, también es importante recordar que su uso debe ser limitado y siempre debe utilizarse con cuidado.